Hoy quiero compartir con todos una de las grandes
tradiciones en Catalunya: Sant Jordi. El 23 de abril es un día especial,
tradicional, hermoso, sentimental,
cultural, colorido, agradecido y lleno de amor acompañado de libros y rosas. Un
día que mezcla tradición, cultura y sentimiento. Hoy saboreando este maravilloso día por las calles del
centro de Barcelona, viviendo ese cúmulo de sensaciones que transmite Sant
Jordi me he dado cuenta que mucha gente no sabe de donde proviene toda la tradición
de esta gran fiesta. Hoy no es un día festivo pero si un día donde los
catalanes el tiempo que tenemos libre lo dedicamos a pasear, mirar libros y
regalarlos, acudir a que nos lo firmen los escritores que aglomeran las paradas
en diferentes lugares de la ciudad, admirar la belleza de las rosas, regalarlas y
seguir difundiendo esta tradición en el día bautizado por la UNESCO como “El
día del libro” en 1996.
He elegido este tema porque creo que hay mucho
desconocimiento sobre la leyenda que este día implica en muchos de nuestros
corazones. Así pues empezaré explicando lo que me explicaron hace muchísimos
años en el colegio:
Cuenta la leyenda que la villa de Montblanc estaba siendo
aterrorizada y atacada por un colosal dragón. El monstruo se había instalado en
las inmediaciones del pueblo
atemorizando al pueblo causando estragos entre el ganado. En su afán y búsqueda
de alimento, cada vez se aproximaba más a las murallas de la localidad, por lo
que los vecinos buscaron la forma de mantenerle alejado de sus casas. Así pues
empezaron dándole de comer ovejas; cuando éstas se acabaron, siguieron con los
bueyes, luego con los caballos,
así sucesivamente hasta acabar con todos los animales de la región. Llegado ese
punto no tuvieron más remedio que sacrificar a los propios seres humanos. Para
hacerlo de manera justa se metieron los nombres de todos los habitantes del
poblado en un puchero, también el del rey, y el de su hija la princesa, y cada
día una mano inocente decidía quien moriría la mañana siguiente. Y una tarde
contra todo pronóstico la elegida fue la princesa. El rey lloró y suplicó a sus
súbditos por la vida de su hija, pero no le sirvió de nada ya que no era el
único padre desconsolado, ya eran muchos los que habían perdido a sus hijos... Con
las fuerzas que le quedaron entregó a su bella hija, la joven salió de las
murallas y desconsolada se dirigió hacia su triste destino.
El feroz dragón en cuanto la vio se dirigió hacia ella para comérsela
atacándola con su fuego pero inesperadamente apareció entre la bruma un hermoso
caballero vestido de blanco sobre un caballo blanco que arremetió contra la gran
bestia. El animal, herido, se sometió al caballero, que le ató al cuello un
extremo del cinturón de la princesa. La dama tomó el otro extremo del cinturón
y ante el asombro de los pobladores de Montblanc, condujo al dragón como a un
perrito hasta la puerta de la ciudad. Allí, a la vista de todos, el caballero
remató a la bestia de un certero golpe de lanza. Cuentan otros que un gran
charco de sangre se formó a los pies del caballero. Sea como fuere, en aquel
mismo instante creció un rosal y de sus ramas brotaron rojas rosas. Jordi, que
es como se llamaba el caballero, obsequió a la princesa con una de esas rosas
en señal de su amor.
Semejante gesta hizo que el santo caballero alcanzase fama y popularidad durante la Edad Media, y que fuera escogido patrón de la caballería y la nobleza. De la famosa gesta de San Jorge y el dragón hay tantas versiones como lugares de veneración. A mi me contaron esta en el colegio y es la que comparto un día como hoy.
La verdad es que se desconoce cuándo se empezaron a regalar
rosas el día de Sant Jordi. Hay constancia de que en el siglo XV, en Barcelona,
era costumbre entre la nobleza acudir a misa a la capilla de Sant Jordi, en el
Palacio de la Generalitat, y de que en esa misma plaza se celebraba la Fira de
roses (Feria de rosas), una vieja fiesta en la que los hombres regalaban rosas
como prueba de amor, un antecedente del actual San Valentín.
Probablemente el origen de la Fira esté en las ofrendas
florales que los romanos hacían en mayo, con ocasión de los fastos de la diosa
Flora. La rosa roja simboliza la pasión, y la espiga que a veces la acompaña,
la fertilidad.
La rosa se unió a Sant Jordi, y hoy en día perdura la costumbre
de regalar una rosa con una espiga. Si a esto le añades la tradición de el
libro conmemorando el día del libro, qué más se puede pedir….
Los catalanes salen de sus casas e inundan la ciudad de
rosas y libros, un día donde se intercambia cultura y se regala en forma de
libro.
El día de San Jordi (Jorge, George, Giorgios, Chorche…) conmemora la muerte de éste el 23
de abril de 303. Es, además, considerado el patrón de, entre otros, Inglaterra,
Georgia, Etiopía, Bulgaria o Portugal.
En España lo es de mi comunidad Catalunya y es un orgullo, también lo es de Aragón, Cáceres, Alcoy, Golosalvo (pequeña población de la provincia de Albacete. Por último, mencionar que es el patrón de los Scouts. Creo que no me olvido de nada.
Soy feliz por haber podido disfrutar de esta sana tradición
durante toda mi vida, cuando era niña escribiendo el cuento, dibujando el
dragón, fabricando rosas de barro, papel, cartón y realizando diferentes
actividades escolares y extra escolares. Hoy soy feliz porque he vuelto a recorrer
las calles del centro de Barcelona, Paseo de Gracia, Rambla de Catalunya, Las
Ramblas, Plaza Catalunya y estaban abarrotadas de personas que siguen
cumpliendo con esta popular tradición. Estaban las calles llenas de amor y
cultura, escritores, familias, enamorados, amigos, compañeros, asociaciones,
fundaciones, floristas, libreros y muchos lectores que podían descubrir y
aprovechar esos descuentos, ofertas que ofrecen muchos establecimientos en Sant
Jordi. Tambén encontramos libros utilizados a precios espectacularmente bajos, he visitado el stand de la Asociación donde he trabajado tres años como Responsable de Comunicación, L'Associació Discapacitat Visual Catalunya, los libros donados los vendían a dos euros, asequible para casi todos. Hoy regalar cultura no era caro.
Mañana en la prensa encontraréis los libros más vendidos, el
volumen de venta tanto de flores como libros, etc. Yo quería contar desde el
corazón algo diferente, una tradición única que se transmite de padres a hijos.
Espero que paséis una buena semana, la mía ha empezado muy
bien gracias a Sant Jordi, comparto algunas imágenes de mi día de Sant Jordi:
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